Conciencia ecológica

Conciencia ecológica
"Todos hablan de ecología pero muy pocas personas se esfuerzan con seriedad por cambiar su actitud hacia el medio ambiente"

Queridos lectores, este articulo trata sobre la importancia de una conciencia ecológica basada en el amor universal. Cada día son menos las personas y autoridades que hagan un esfuerzo real por tener una actitud respetuosa con el medio ambiente. La mayoría de personas, organizaciones educativas, políticas y religiosas actúan bajo intereses mezquinos. Nuestro hogar en común esta siendo explotado intensamente para enriquecer a unos pocos, incrementando así los índices de pobreza y ocasionando daños severos al planeta y sus habitantes.

Los bosques están muriendo, los lagos están muriendo, los ríos están muriendo, el aire se encuentra en tal estado que ya no se puede respirar sin enfermarse, y lo peor de todo es que la gente no toma en cuenta estos recursos esenciales. Los valores de los nitratos son tan altos que contaminan el agua que bebemos.

Esto es una bomba de tiempo, porque el agua que tomas hoy, es la misma que fue absorbida por la tierra sesenta años atrás. Pero esa agua era mucho más pura en comparación con la que hoy la tierra está absorbiendo: un agua contaminada por la industria tecnológica y por la agroindustria animal. El efecto de los venenos que se echan a la tierra es inestimable. En algún momento el agua se volverá más valiosa que el mismo oro, porque ¿de qué te sirve el oro si no tienes agua? ¿Quién se va a tomar un vaso de oro líquido?

El hombre, en su afanada ambición, está acabando con el planeta. No es una exageración decir esto pues lo podemos confirmar día a día en la calidad del agua, en la cantidad de kilómetros de bosque en la selva, en el calentamiento global, etc. El capitalismo está en bancarrota pues los recursos a explotar se están agotando. Cuando ya no tengan mas recursos ¿qué van a explotar entonces?. Por otro lado el daño resultante es irreparable.

No somos conscientes de este panorama porque estamos siendo informados por medios totalmente parcializados, interesados y torcidos, que sirven solamente al interés de la industria, no al interés de la población en general. Escasamente tenemos acceso a la información de las reales consecuencias.

En este panorama, surge la pregunta ¿Cómo vivir en esta sociedad en colapso? Dependemos de una economía en desastre: monopolización, centralización, indiferencia estatal, lo cual nos está conduciendo a un caos total. Un ejemplo real de ello es el monocultivo en la agricultura, la gente saca más dinero cuando envenena la tierra y cultiva con un tractor gigante, pero al usar pesticidas no sólo mueren las plagas, sino que se generan nuevas y más resistentes pestes, la tierra se enferma, se vuelve estéril y esto obliga al uso de más veneno y abonos químicos. El capitalista se va y con su dinero compra otro terreno para otra vez arruinarlo, al final la tierra queda estéril, y el agua contaminada.

Monocultivo quiere decir monomentalidad, quiere decir monoindustria. Sólo podremos cambiar esto con una educación consciente, una educación verdaderamente revolucionaria que sacuda la ignorancia de este mundo. Es fundamental comprender que toda acción traerá su correspondiente reacción. El mal que hacemos hoy nos perseguirá mañana, si maltratamos la tierra hoy recibiremos los resultados de esto, no sólo nosotros, también nuestros hijos.

La solución es unirnos en un frente común de protección, un frente unido en base a principios de hermandad universal promoviendo una cultura de protección, conservación enfocada a una justa distribución y uso de recursos enfocada a elevar la calidad de vida y conciencia del ser humano. Necesitamos trabajar para aprender a ser felices sin causar daño a otros. El principio de unión en diversidad nos dará la fuerza necesaria para protegernos y preservar los recursos naturales. Es la conciencia de respeto y protección por el planeta, lo que nos motiva a volvernos activistas en el tema y difundir información sobre métodos orgánicos y vías saludables de convivencia. Sólo con un cambio de actitud podremos salvar al planeta y sus habitantes.

La sabiduría de la cultura védica nos da luz de cómo una civilización puede vivir en armonía con la naturaleza promoviendo el sendero de la bondad. En los vedas se enfatiza la relación hombre y la naturaleza, la tierra es nuestra bienqueriente y alimenta a todos sus residentes por igual. Cuando alguien infringe sufrimiento innecesario a otros, la naturaleza sufre también.

En el Capítulo 5 del Segundo Canto del Srimad Bhagavatam, se explica la verdadera fuente de la madre naturaleza
“Los ríos, los océanos, los bosques, las colinas, las hierbas, etc. , no son creaciones del hombre, todo ello es creación del Señor, y al ser viviente se le permite hacer uso de estos productos, para servir Su creador. ”

Proteger la tierra implica proteger nuestra propia salud. Somos lo que comemos y los vedas nos enseñan que una vida sana es el resultado de una alimentación sana y relaciones sanas. Una relación sana incluye no cometer actos de violencia con otros y eso significa no alimentarnos a base de animales sino de vegetales. En esta forma cultivamos la misericordia y la compasión en nuestros corazones. Eso significa también evitar las drogas y los cigarrillos, pues además de poner en peligro nuestro bienestar espiritual, mental y físico causan estragos al medio ambiente. Es importante mantenernos limpios y sencillos, aprender a satisfacernos con los regalos de Dios, porque con esto mantendremos la fuerza que nos permitirá tener una vida consciente.

Puedes ayudar mucho practicando algunos consejos:

- No consumas comidas rápidas. Usa ingredientes orgánicos puros. Cocinar debe ser una forma de oración, una ofrenda a Dios. De esta manera sus alimentos serán puros libres de tóxicos y de karma.

- No usar colorantes artificiales, saborizantes químicos, preservantes y miles de otros contaminantes. Estos a la larga son la causa de enfermedades graves que luego la misma ciencia medica no sabe explicar ni identificar las causas.

- Construir casas con elementos naturales, orgánicos que no perjudiquen la salud. La nueva tecnología ya está adoptando el uso de materiales naturales tales como barro, bambú, paja y piedra pómez, y éstos se están popularizando.

- Trate de vivir sin electricidad siempre que le sea posible. Use energía alternativa como la proporcionada por el sol y el viento.

- No se vista con fibras artificiales, pues el material sintético no permite respirar a los poros del cuerpo.

- Apoye la industria casera y los oficios de artesanía, ya que de las cosas naturales emanan vibraciones saludables. El algodón, yute, cáñamo, son muy buenas fibras naturales para vestidos y muchos otros utensilios. Usted sentirá la diferencia tan pronto se deshaga de todo material no natural que lo rodee.

- No use pinturas sintéticas, son venenosas. Muchas pinturas y materiales artificiales despiden veneno en forma constante, y éstos poco a poco afectan la salud.

- Rechace los productos de las compañías que perjudican la naturaleza y a nuestros semejantes. Muchos productos del mercado apoyan la explotación a menores, abuso laboral, violación de derechos humanos, etc.

- No apoye la explotación de la tierra y los animales disfrazada de ciencia y medicina.

- Una persona que ama a Dios, la naturaleza, y sus criaturas, debe abstenerse de todo producto relacionado con el abuso animal.

- Manténgase en contra de todo experimento de investigación médica y científica que utilice a los animales como pobres víctimas de sus curiosidades malintencionadas y morbosas.

- Usemos la bicicleta siempre que sea posible. Caminemos más. No contaminemos el aire.

- Haga el menor uso de cosas plásticas. Es preferible elaborar juguetes de algodón o barro para los niños, y educarlos para que sientan y amen la naturaleza, enseñándoles acerca de madre naturaleza y su padre eterno.

- Construya huertas orgánicas para cultivar sus propios alimentos, combinando bosques o plantas con sembradíos para mantener el equilibrio natural.

- Usemos productos naturales como platos de hojas, bolsas de fibra natural, y consumamos vegetales orgánicos cultivados por nosotros mismos, siempre que sea posible.

Swami B.A. Paramadvaiti